- Galileo es el nombre del proyecto europeo de posicionamiento global que lleva años en desarrollo, con un costo estimado de €5 mil millones, que luego de pruebas iniciales exitosas el 21 de octubre del 2011 y el 12 de octubre del 2012 se encamina para ojalá estar parcialmente operativo con 18 satélites durante 2014 y completamente operativo para 2020.
- Beidu / Compass: Galileo contó durante un tiempo con participación de China, gracias a lo cual el gigante asiático tuvo acceso a tecnología que -según Reuters- habría ayudado al desarrollo de su sistema de navegación propio: el sistema de navegación Beidou. Con 16 satélites activos en órbita, China ocupa un tercer lugar mundial después de EEUU y Rusia y sus planes son extender esta funcionalidad al planeta entero bajo el nombre de Compass.
- Glonass: Rusia ya lleva un tiempo operando globalmente su sistema satelital de posicionamiento, que es de mayor precisión que GPS en latitudes altas (cerca de los polos) y accesible desde muchos dispositivos que se venden en todo el mundo. Por ejemplo, el modelo actual del iPhone puede recibir la señal de posicionamiento rusa con la misma facilidad con la que recibe GPS de origen americano.
Es sencillo: en caso de guerra, los países dueños de cada sistema tienen la posibilidad de desactivarlo, dejando a otros sin esta cada vez más vital tecnología. Por otra parte, las señales "libres" que usuarios finales conocemos y usamos en nuestro móviles son de menor precisión que señales militares. Si por ejemplo China usara la señal de EEUU en caso de conflicto, no solo correría el riesgo de que EEUU desactive el sistema, también tendría que usar en el mejor de los casos la versión no militar, menos precisa y por lo tanto estaría en desventaja.
Pero independiente de la desafortunada posibilidad de conflicto, los sistemas de posicionamiento tienen aplicaciones científicas y comerciales. Por ejemplo las redes móviles requieren sincronizar las estaciones base con precisión, y China ahora podrá aprovechar su propia tecnología de posicionamiento para sus nuevas redes 4G.
Adicionalmente, los sistemas no son todos iguales: por ejemplo la tecnología china además de señales para posicionamiento transmite información en forma de texto, que puede ser util en caso de desastre natural, donde las redes móviles terrestres y las comunicaciones fijas suelen tener problemas. Galileo por su parte tendrá algo que ni GPS ni Beidu / Compass ni Glonass: los satélites europeos tendrán un transceptor capaz de recibir señales de auxilio, de manera que alguien puede reportar su posición y solicitar ayuda en caso de emergencia, similar a la funcionalidad que hoy tiene el Spot Messenger, y con la posibilidad adicional de responder al usuario para señalar que el mensaje ha sido recibido.
Pero hay otras ventajas: todos los otros desarrollos reconocen el legado del GPS americano y operan de manera muy similar y en la misma banda (L). Tan así, que resulta bastante fácil para los fabricantes crear receptores capaces de usar las señales de más de un sistema de posicionamiento. Esto facilita la resistencia a fallas y acelera el tiempo necesario para que un terminal calcule su posición, ya que pueden hacer uso de los satélites de varias redes a la vez.
Este diagrama (fuente: Wikipedia) muestra como se supeponen las frecuencias de GPS, Galileo y Compass, facilitando la recepción simultánea de las señales.Para el 2020, Galileo y Beidu tendrán un total de 60 satélites de posicionamiento en órbita, complementando GPS y Glonass para un resultado mucho más robusto desde el punto de vista del usuario final.
Rusia ha estado solicitando que EEUU le permita instalar estaciones terrestres para calibración de Glonass en su territorio, hasta ahora EEUU no ha autorizado dichas estaciones y parece poco probable. Mientras tanto, Rusia planea involucrar a Brasil e India en el programa. Las estaciones terrenas son importantes para analizar y corregir las señales, asegurando un posicionamiento de mayor precisión.
India y Japón cuentan además con proyectos satelitales de navegación regional, que complementan los sistemas globales, en varios niveles de implementación, India ya lanzó el primer satélite de su constelación y Japón lanzó un satélite experimental.